viernes, 14 de enero de 2011

White Material: Arte sin fondo


¿Qué es una película de arte ó película Art House? Bueno empezaremos diciendo que las películas de arte son esas que se supone llevan el cine a otro nivel, explorando nuevas formas de ejercer el discurso cinematográfico, o bien, exponiendo historias, temas de relevancia para el hombre moderno. Comparada con artes como la música o la poesía, y desde luego guardando distancias, podemos decir que el cine de arte, a diferencia del comercial, es un cine más abstracto, donde muchas veces es necesario que el espectador esté familiarizado con la obra del autor, sus referencias y más allá aún, con su biografía. El cine de arte exige un poco más de colaboración por parte de la audiencia, en estas películas el autor puede exponer sus ideas de forma más concreta, no teme herir la susceptibilidad de ninguna audiencia, pues sus películas no están hechas para llenar salas, sino para que mediante ellas el que las ve se embarque en un viaje donde pueda explorar un poco más la condición humana.


Claire Denis es una de las directoras francesas que durante muchos años viene siendo referencia dentro de los circuitos festivaleros europeos, cuya obra ha sido laureada en todos los rincones del mundo. Denis empeñada en retratar la agonía del hombre moderno, goza de fama, respeto, inmunidad. White Material, su más reciente trabajo ha recibido los elogios más excepcionales que a una película se le pueda adjudicar. Sin embargo, debo decir que White Material no es nada de eso. Estamos ante una película dispersa, en donde su directora no sabe qué quiere contar. Atrapada en medio de la guerra civil de un país africano que nunca se nombra, María, una mujer francesa que dirige un plantío de café, arriesga su vida para salvar la cosecha, no obstante las constantes advertencias de que la situación política se torna cada vez más delicada. A partir de la historia de María, interpretada por la legendaria Isabelle Huppert, Denis aprovecha para hacer algunos apuntes sociales y culturales, así como existenciales. En White Material no existe una coherencia narrativa, la historia no parece ir a ningún lado, los personajes se intersecan sin provocarse ningún cambio, no hay tensión, no hay clímax, no hay personajes tridimensionales. Denis, no nos explica que hacemos ahí, en medio de un plantío de café en medio de África, no nos convence de la importancia de su historia, ni los motivos que hacen este relato digno de ser contado. Desaprovechar el talento de una actriz como Isabelle Huppert es un crimen, la intérprete francesa luce desarticulada, extraviada, no logra levantar ningún tipo de emoción, de inquietud.


Pero sería injusto decir que en White Material no hay nada que rescatar, porque sería una gran mentira. Esta la mano talentosa de su directora, en White Material hay algunas secuencias que son, amigos, cine puro. La secuencia inicial, donde se nos deja ver, en medio de la oscuridad, un grupo de gacelas saltando en medio de una carretera, o cuando el hijo de María es atacado por unos pastores adolescentes y como estos, en secuencias anteriores, husmean en la casa de María descubriendo objetos que en su vida habían visto. Destacan los encuadres donde se muestra a Huppert envuelta en un vestido rosa caminando por un sendero de tierra rojísima que contrasta con el azul del cielo y el verde de la vegetación. Sobre todas las escenas, aquella donde María, una Huppert que consigue el único momento de grandeza actoral de la película, viaja trepada a la parte trasera de una camioneta y como el viento refresca su rostro y ella se siente libre en medio de tanto alboroto, de tanta violencia. Si bien, la cinta de Denis intenta no revelar todos los misterios de sus personajes para que el espectador termine de evaluar las piezas, White Material falla en que a pesar de sus estupendos momentos cinemáticas no hay substancia que levante las reflexiones que su directora pretende.




White Material
Francia 2009
Dirección: Claire Denis
Guión: Claire Denis
Actores: Isabelle Huppert, Christopher Lambert, Nicolas Duvauchelle, Isaach de Bankole y William Nadylan
Fotografía: Yves Cape
Música: Stuart Stamples

3 comentarios:

  1. Mi estimado Chino:
    Me parece que es necesario hacer una serie de consideraciones técnicas que pareciera adolescen tus comentarios o reseñas fílmicas. De entrada, dice un viejo maestro de análisis cinematográfico que no concede nada y es el tipo más odiado del mundo, que cuando se escribe un texto crítico en español, la referencia a la obra debe escribirse en ese idioma. Como complemento entre paréntesis siempre se pondrá el nombre original de la cinta. Creer que lo mejor es hacerlo únicamente haciendo referencia al nombre original es menos que una mamada de alguien que se cree muy chingón.
    Por otro lado, para tener un punto de referencia de adjetivar el trabajo, siempre hay que enriquecer el análisis crítico con otras cintas que aborden de la misma forma o de mejor manera el eje temático de la cinta que se analiza. Es decir, cuando se hace un texto que prentende ser crítico, igual que ocurre en uno académico, lo mejor que le puede pasar al escrito es ponerlo a dialogar en términos de su multirreferencia.
    Por ejemplo cuando hablas de la legendaria Hupert, hay que decir porqué razón es legendaria, pues no todos siguen al cine francés contemporáneo como para saber quién es esta diva. Igualmente, si hablas de lo referencial que es la directora, pues entre paréntesis identificas algunas obras por ella realizada así como los premios que haya ganadado si lo ha hecho.
    Por otro lado, en lo que debes poner especial atención (restarle a la retórica adjetivista digamos) es cuando haces una análisis descalificativo de toda obra, asumiendo que quien tiene razón eres tú y no una directora que como todo ser humano puede cometer errores. Uno de los problemas que suele presentar quien hace una crítica (y todo crítico lo sabe) es asumir que la película que él quiere ver es la que la directora o realizador quiso hacer. Cualquier teórico del análisis cinematográfico llama la atención sobre esto.
    En fin, un poco de humildad a veces es bueno. Pero como dices tú en tu escrito, es de reconocer hay pasajes en tu texto que valen la pena. Saldudos

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  2. Creo que, si bien Genaro tiene razón, Ángel de Jesús mas que analizar una película de manera crítica, lo que hace es tratar de describirla de la misma manera que lo haría un comensal gourmet en un restaurant de primera clase al degustar una comida de cuatro tiempos con vinos para cada uno incluido el café, el coñac y el puro después del postre. Genaro es un académico del análisis cinematográfico y Ángel de Jesús es un sibarita del cine que siempre termina por preferir un tiempo o dos del total, aunque sea sólo el postre.

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  3. Gracias por sus comentarios maestros míos, los tomaré en cuenta!

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