You know what's cooler than a million dollars? A billion dollars
Decir que The Social Network de David Fincher es una gran película es poco. Declarar que es una obra maestra es ser redundante. Señalarla como la cinta que define a una generación es exagerar, pero no mucho. A veces es difícil reseñar una película tan buena como ésta pues cualquiera de las palabras que se puedan escribir resultan innecesarias. Cuando una película abarca tantos temas, posee tantos matices, tantos momentos geniales, es difícil tomar un enfoque desde el cual describirla. A veces basta recomendarla, decir que es una película que se debe ver, que se va a pasar un buen rato en la sala se sea o no un conocedor, un cinéfilo. Puedes decirle al que gusta películas de acción o comedias o aquel que se pasa horas frente al monitor checando facebook que The Social Network relata la historia de cómo se fundó esa, ahora indispensable, red social. Al que gusta de películas intensas manufacturadas por nombres prestigiosos y laureados, se le puede decir que el film de Fincher es una tragedia sobre la ambición desmedida de un tipo incapaz de mantener relaciones interpersonales sólidas que irónicamente, y como revancha a aquellos que lo hicieron a un lado, construyó la que es la herramienta de interacción social más importante de la historia. Lo que quiero decir es que la genialidad de esta película, que me intimida reseñar, es que su relevancia supera las fronteras cinematográficas y que sus virtudes atañen a otras inquietudes que los cineastas detrás han querido poner en tela de juicio. The Social Network es un estudio casi antropológico, es un intenso drama shakesperiano, una tragedia griega, un escrupuloso estudio de personaje y una película palomera divertidísima que se va como agua, un cinta clásica y moderna, un verdadero punto de referencia de esa actividad llamada hacer cine.
Your best friend is suing you for 600 million dollars
Más allá de los logros de la cinta, es interesante la forma en que los cineastas, el escritor Aaron Sorkin y el director David Fincher, se aproximan a la historia de Mark Zuckerberg, un prodigioso que supo leer las necesidades de una sociedad que buscaba nuevas formas de interacción social e inventó (¿se robó la idea?) el concepto que revolucionó la vida de 500 millones de personas y contando que gracias a Facebook poseen una vida real y una virtual (los usuarios mexicanos, en promedio, ocupan cuatro horas diarias en el caralibro). Los cineastas se apartan del lugar común, no nos cuentan la historia de principio a fin, la tuercen con delicadeza van mezclando los tiempos en que el relato ocurre y van contraponiendo distintos ángulos narrativos que llenan a la cinta de un dinamismo que quita el aliento. Además entreteje las distintas disputas detrás del acenso de Mark Zuckerberg, la demanda de los gemelos Winklevoss que aseguran ser los inventores de Facebook y la querella con Eduardo Saverin, ex mejor amigo y socio de Zuckerberg que fue echado a un lado cuando la empresa empezó a crecer a nivel internacional. Sorkin armó la historia con una frescura y vitalidad impresionante sin alejarse dramáticamente de las convenciones, el guión de su película se puede incrustar perfectamente en los teneros biográfico y de juicios.
Pero tampoco se limita a recrea los hechos. Sorkin escribió este guión no porque quisiera describir los primeros años del medio de comunicación en boga, sino porque encontró en esta historia todos los elementos para construir un relato sobre la ambición, de dónde proviene y a donde lleva. En Zuckerberg, Sorkin halló el drama, encontró la madera para crear un personaje monumental de esos que se quedan para la posterioridad, encontró el conflicto humano que le permite plantear preguntas indispensables para la vida del hombre de 2010, encontró a su propio Charles Foster Kane, a su Michael Corleone, a su Daniel Plainview. En el vertiginoso éxito de ese joven nerd Sorkin vislumbró la película que describe a mi generación. Sorkin escribió una película rotunda, todas las escenas poseen diálogos que se clavan de inmediato en la conciencia, los personajes están extraordinariamente definidos, a pesar de estar basados en personas reales cada uno tiene su porque en el relato de Sorkin, como si él los hubiera imaginado desde el principio.
El texto no pudo caer en mejores manos. David Fincher eleva el trabajo de Sorkin con una dirección apabullante que consigue convertir cada escena en un instante cinematográfico impecable. Fincher consigue su mejor trabajo y estoy seguro que jamás lo superará, The Social Network es el tope de calidad de un director que ha alcanzado la madurez y que de ahora en adelante verá su nombre asociado a esta estupenda película, quedando sus obras anteriores, muchas de gran calidad, en un segundo plano. Fincher monta algunas de las mejores secuencias que se han filmado en mucho tiempo pese a que el guión de Srokin apela al lenguaje oral, es decir los personajes hablan mucho, el director logra llenar cada cuadro de peso visual, los encuadres son perfectos, los desplazamientos de cámara impecables, las composiciones de antología, además, obtiene de cada uno de los actores interpretaciones solidas, cada línea es enunciada a la perfección.
The internet's not written in pencil, Mark. It's written in ink
Gran parte del peso de la película recae en los hombros del joven actor Jesse Eisenberg quien venía mostrando una carrera hecha de buenos papeles pero que en definitiva ha dado un paso de gran importancia al aceptar interpretar al héroe de esta película. Eisenberg capitaliza sus manierismos personales, su habilidad de hablar con velocidad y su apariencia le permiten hacer a un Zuckerberg creíble, pero como desde el guión la idea no es sólo recrear las aventuras del joven más rico del mundo sino explorar la condición humana, el actor permea su interpretación de gestos sutiles, de miradas, que nos permiten sentir empatía por un tipo sin escrúpulos. Andrew Garfield también se luce como Eduardo Saverin, su personaje no le permite grandes arrebatos dramáticos, pero armado con carisma el inglés logra calar profundo. La química conseguida entre Eisenberg y Garfield permite también que conforme su amistad en pantalla se viene a pique el espectador comprenda la dimensión de la perdida de Zuckemberg, la del único amigo. Armie Hammer que interpreta a los gemelos Winklevoss tiene quizá el mayor reto histriónico, desarrollar dos personajes totalmente diferentes, distinguibles a pesar del parecido físico y lo logra con creces. Entre el reparto amplio salta el nombre de Justin Timberlake, al igual que Eisenberg el cantante aprovecha su propia personalidad para representar a Sean Parker, el mentor de Zuckerberg que propició la primera gran avalancha de inversionistas, Timberlake entiende el destino trágico de su personaje y ofrece una actuación bien lograda que nos hace pensar en su potencial como actor. Finalmente hay que hablar del breve pero contundente trabajo de Rooney Mara que interpreta a Erica Albright, la ex novia de Zuckerberg. Erica es el personaje más importante de la película además de Mark, el desprecio de Erica es la primera chispa que propicia la creación de Facebook, pero también es la voz mediante la cual los cineastas cuestionan a su personaje principal en dos escenas de antilogía, además es la última esperanza de redención para una personaje que al final se ve abatido y acorralado. Mark dice no ser una mala persona como todos creen, pero en el camino al éxito, sin darse cuenta se ha convertido en eso. Al menos es lo que los realizadores proponen en su cinta. Resta aplaudir el nivel técnico, fotografía, música, sonido, diseño de producción, no hay un cavo suelto, un eslabón débil. The Social Network es una película necesaria y creo que ese es el mejor cumplido que se le puede hacer, una película apasionante por donde se le mire, de la que se podría discutir un día entero, llena de lecturas y subtextos que la convierten en un objeto de análisis fascinante. Sin embargo, yo me detengo aquí diciendo sólo una cosa: probablemente no tenga oportunidad de reseñar y usted de ver una película tan buena en mucho tiempo.
The Social Network
Estados Unidos 2010
Dirección: David Fincher
Guión: Aaron Sorkin
Actores: Jesse Eisenberg, Andrew Garfield, Armie Hammer, Justin Timberlake, Mike Minghella, Joseph Mazzello, Brenda Song y Rooney Mara
Fotografía: Jeff Cronenweth
Música: Trent Reznor y Atticus Ross
Chino, tengo que llamarte así hoy, este semestre Genaro dará Análisis Cinematográfico, así que sugiero que la tomes otra vez. Si te intimida reseñar una película con The Social Network mejor no lo hagas, porque es cierto, parece más un manual de adulación que una reseña y mucho menos una crítica o un análisis. Luis Velázquez en sus clases decía que hay que evitar el uso de los adjetivos para no desacreditar el texto, a ver si ahora que regreses a laborar bajo su cobijo le haces caso.
ResponderEliminarNunca! Las buenas películas como las mujeres hermosas, usted comprenderá, merecen todos los piropos existentes. Gracias por leer el blog profe, esperemos que las próximas "reseñas" sean de su agrado, nos vemos el jueves!
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